Los Doloridos

Por días como hoy no puedo avanzar en mi reseña a los discos de tributos que he estado planeando, pero es que me la paso tan bien. Hoy fue noche de películas, inicialmente íbamos a ver Precious, pero por alguna buena razón no fue le elegida de la noche, en su lugar optamos por un archivo con un nombre raro p-biwhm323.rmvb (Brief Interviews with Hideous Men).

Pero en este post no hablaré de la película y no porque sea mala digamos que para mi gusto es una joya, y además creo que no soy un buen crítico de cine. El chiste que es que terminamos de verla y La acompañé a su casa, tampoco haré una reseña del camino hasta su hogar, delo que hablaré es del camino de regreso, venía en un taxi y sonaba alguna de las estaciones guapachosas de la ciudad de México era la hora de un programa que lleva por nombre Los Adoloridos (no los doloridos como se llama este post, pero creo que sería un mejor nombre) entonces le estaban hablando a Lucía y le preguntaba que como estaba, y sin dudarlo la mujer contestó ENAMORADA, siguieron con la plática y Lucía contó que estaba muy feliz con su novio y tal, el locutor siguió con las preguntas, creo que la siguiente fue acerca del ser amado y la mujer contestó que se sentía bien que no estaba buscando más, que se conformaba con lo que tenía y que con eso se sentía feliz. Después el locutor, qué no recuerdo cuál era su mote, le dijo que alguien quería hablar con ella y la muchacha se emocionó, seguro imaginó que era su amado y que le estaba preparando una sorpresa, pero del otro lado sonó una voz de un tipo dolorido, le declaró su amor, hizo un recuento de todos los momentos felices y más cosas que ya no pude escuchar bien, porque ya me estaba cagado de la risa. El tipo terminó y la mujer sólo le contestó “gracias”, fue ahí en donde mis sospechas se hicieron realidad era un ex ¡no mames qué pedo con esta gente! Cuándo se terminó se terminó, en fin.

Después de esa respuesta, Lucía colgó y el otro compañero se quedó en la línea, entró en escena el animador del show y le preguntó que cuál canción le quería dedicar, por mi mente pasaron muchas, pero creo que yo no haría nada así. El tipo eligió una rolita que lleva por nombre “Derecho de Antigüedad” la tienen que escuchar, pero el buen gusto de mi blog no me permite ponerla aquí.

Así terminó una muy buena noche, bueno no, bajé del taxi y en la esquina de eje central y Juárez, me seguí riendo como idiota, la gente que estaba a mi alrededor sólo se me quedaba viendo, procedí a ponerme los audífonos y se puso Vete de mí con Caetano Veloso (al que voy a ver el 19 de marzo) y ese fue el broche perfecto para cerrar la noche.